Todos tenemos nuestros pequeños tesoros, pueden ser las cosas mas variadas y muchas veces ni siquiera tiene un valor material, se vuelven tesoros por el valor sentimental que le agregamos ya sea porque nos recuerdan algo, o a alguien o simplemente porque dentro de estos tesoros encontramos algo que significa mucho para nosotros, probablemente es un objeto cuya belleza solo nosotros parecemos percibir, algunos de estos tesoros tardan un tiempo en convertirse en algo especial y hay otros que se vuelven tesoros inmediatamente.
Uno de mis tesoros es mi cámara, una Pentax K-1000, reflex, manual, hace poco caí en la cuenta de que tiene ya mas de 12 años conmigo, cuando me empezó a interesar la fotografía fue porque una de mis tías me enseño un poco, ahorre mucho tiempo y a través de un amigo de mi tía me trajeron la camarita usada desde los EUA, una cámara manual, que me intereso porque de acuerdo a la descripción de mi tía: “es aguantadora” y creo que yo pensé en ese tiempo que necesitaba algo así. Aprendí a usarla con soltura y comenzó a acompañarme y a la fecha la camarita sigue ahí, funcionando, de vez en cuando hay que arreglarla, pero ahí esta aguantandome, dandome fotos que me gustan, dejando y trayendo recuerdos. Últimamente la uso poco pues ya tengo una digital pero ahora me ha servido para enseñarle lo poco que se a algunas personas entonces la camarita sigue dando frutos…
aqui dejo una imagen tomada con esa camara...